/Triste día/
Tras este pútrido valle,
de carne,sangre y polvo
yace mi alma herida,
tendida en este desastre.
Hundida en el lodo mohoso
de muerte y desgracia infectado,
para negar el destino justo
que se le supuso entregado.
Triste aquel el día
en que la divinidad se postre ante la carne,
su mandato se ignore,
y bajo el cieno mugriento descansen
sus queridos súbditos por siempre.
viernes, 12 de octubre de 2007
Triste día
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